El problema se acentuará aún más en el segundo semestre. El Gobierno está complicado a la hora de cuidar sus reservas, por más cerrojo que imponga a la demanda de dólares. La oferta de divisas en el mercado oficial de cambios es cada vez menor. El segmento agroexportador (el que abastece en gran parte a la plaza cambiaria) está liquidando la mitad de lo que vendía en esta misma época el año pasado.
El Gobierno está complicado a la hora de cuidar sus reservas, por más cerrojo que imponga a la demanda de dólares. La oferta de divisas en el mercado oficial de cambios es cada vez menor. El segmento agroexportador (el que abastece en gran parte a la plaza cambiaria) está liquidando la mitad de lo que vendía en esta misma época el año pasado.
Según datos oficiales de la Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), las empresas del sector volcaron la semana pasada apenas u$s 438 millones, prácticamente 50% menos que lo que vendieron en la misma semana de 2011, cuando los montos alcanzaban los u$s 800 millones. La retracción es llamativa en medio de la temporada de liquidación más fuerte del agro, correspondiente al final de la campaña de la cosecha gruesa y que se extiende habitualmente de abril hasta el mes de julio.
Desde Olivos apuntan contra el campo y los tildan de retener mercancía, paralizando la oferta de divisas adrede. Sin embargo, en el mercado aseguran que el kirchnerismo se metió en su propio enredo a partir de normas que arbitrariamente terminaron afectando sus intereses. Como sea, lo cierto es que al Banco Central (BCRA) se encuentra cada vez más acorralado y le está costando engrosar sus arcas.
A pesar de que el organismo que conduce Mercedes Marcó del Pont compró en lo que va del año aproximadamente cerca de u$s 6.500 millones, las reservas casi no crecen. Tras haber caído u$s 1.343 millones en menos de dos meses, el stock (en u$s 46.504 millones) está muy cerca de perforar el nivel de inicio de 2012.
Ayer, por caso, y la autoridad monetaria terminó la rueda con un saldo negativo de u$s 10 millones –y la cifra hubiese sido mayor de no ser por bancos oficiales, como el Nación que lo auxilió con ventas por u$s 20 millones–. El tipo de cambio en el segmento mayorista, donde operan los grandes players como bancos y empresas, terminó cotizando en $ 4,5 para la venta evidenciando un ascenso de 4 milésimas respecto del cierre del viernes. Las principales pizarras de la city porteña continuaron sin cambios y cotizaron en $ 4,46 para la compra y $ 4,51 para la venta.
Si bien es cierto que la sequía del verano influyó en esta campaña, la cosecha de soja descendió cerca de 10 millones de toneladas hasta 40 millones y se registraron pérdidas cercanas al 30% respecto del año pasado, lo que están observando en las mesas de los bancos es que los exportadores están almacenando los granos en silobolsa por el simple hecho de que después, como consecuencia de las trabas cambiarias, se ven imposibilitados de recomprar divisas. “
Esto un negocio, si a la exportación no le cierra los números, no va a vender. Nadie atenta contra sus propia actividad. Les conviene quedarse con los granos, si luego no pueden recomprar dólares y esperar para no perde, comentaba un operador de una importante entidad. Al mismo tiempo, el sector también especula con un dólar más alto que el actual. El Central, de hecho, está convalidando tasas cada vez más altas en el mercado de futuros, que llegan al 18% anual para los contratos de fin de año.
Pero también influyó el acortamiento de plazos que impuso Economía par la liquidación de divisas, que en mucho casos paralizó a algunos rubros, como el minero, que precisan 180 días para poder llevar a cabo las ventas, por lo que dejaron de exportar.
El problema se acentuará aún más en el segundo semestre. No sólo se acelerará el achicamiento de oferta de dólares, sino que se multiplicarán los vencimientos de deuda: en agosto se pagarán u$s 2.300 millones en Boden 2012, mientras que en diciembre vence una suma similar del cupón PBI. Mientras tanto, los ahorristas siguen retirando sus depósitos en dólares de los bancos, que impactan directamente en las reservas.

Fuente: El Cronista - Dolores Ayerra