Recibidores de granos paralizaron las actividades granarias en acopios y puertos del país en adhesión al paro general convocado por las centrales sindicales opositoras y salieron al cruce de una multinacional que intentó sin éxito interrumpir la huelga en Bahía Blanca.
El titular del gremio URGARA que los agrupa, Alfredo Palacio consideró que el "acatamiento fue del ciento por ciento en las actividades de puertos y acopios de todo el país".
"Se afectó desde anoche a los embarques de cereales de todos los puertos nacionales donde se despachan buques al exterior paralizando en consecuencia el comercio exterior nacional", precisó.
Los gremialistas aseguraron que en Bahía Blanca la empresa cerealera Cargill quiso impedir el paro "sugiriendo que levanten el reclamo intentando dividir a los compañeros", pero señalaron que "fue un hecho lamentable que no tuvo éxito y la medida continuó con normalidad".
Por su parte, Gerónimo "Momo" Venegas, dirigente de los trabajadores rurales cobijados en UATRE, amenazó otra vez con la posibilidad de una nueva protesta.
"Sería lamentable que no se atienda el reclamo. Nos obligaría a establecer un plan de lucha que uno sabe cómo empieza pero no cómo termina", dijo.
UATRE recibió el apoyo de la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER) a cuyos afiliados definió como "nuestros naturales compañeros diarios de jornada".
En ese marco, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) consideró "legítimos los reclamos de las centrales obreras".
